Corría noviembre de 2013 y el fiscal Alberto Nisman era blanco de críticas de funcionarios del Gobierno por haber cuestionado la constitucionalidad del memorándum firmado con el régimen de Irán en el marco de la investigación sobre el atentado a la AMIA, que provocó 85 muertos.
Nisman, de cuya violenta muerte se cumplieron 10 meses este miércoles, creía que la decisión de Cristina Kirchner era una "afrenta y grave ofensa a la independencia de la Justicia" y que el pacto vulneraba "la división de poderes".
En esa época, el fiscal especial de la UFI AMIA brindó una entrevista al periodista Carlos Gurovich para la cadena israelí i24news. "Yo aplico la ley; si ponen otro fiscal en mi lugar, va a decir exactamente lo mismo; si quieren hablar mal del fiscal, que hagan lo que quieran", afirmaba en la nota al ser consultado sobre los cuestionamientos.
Para Nisman, las críticas formaban parte de su tarea como funcionario público. "Eso puede ocurrir, uno es fiscal", señalaba al respecto, y explicaba que habiendo "acusados y víctimas siempre alguien no va a estar de acuerdo". En la misma línea, recordaba que hasta los propios familiares de las víctimas tenían posiciones encontradas sobre el memorándum.
En la entrevista, Nisman defendía su trabajo y se mostraba firme: "La evidencia indica esto, me va a preocupar cuando me discutan la evidencia correcta. (...) Mi única garantía es atarme a la ley y ocurrirá lo que tenga que ocurrir, yo estoy acá, tranquilo, y voy a seguir adelante con mi trabajo".
Nisman murió el 18 de enero de 2015, a horas de presentar en el Congreso su denuncia contra la Presidente y otros funcionarios por presunto encubrimiento en la causa AMIA. Diez meses después, todavía la Justicia no logró determinar si fue un crimen o un suicidio.
